martes, 22 de octubre de 2013

Cuando de cuello blanco se trata


Por: Julián Antonio Gallardo Arbella. Periodista Independiente. La Habana, Cuba, 10 octubre 2013.

“Le corresponde solo al hombre corregir sus propios errores”.  Julián Antonio Gallardo Arbella.

Los delitos de Cuello Blanco en Cuba son las conductas delictivas acometidas por funcionarios estatales con poder e influencia sobre diversos sectores de la sociedad: militantes del Partido Comunista de Cuba, militares o dirigentes con facultades, autoridad o cargos en la dirección de Gobierno y el Estado de nuestra nación.

Estos delitos son el subproducto creando por la política de un sistema totalitario y prepotente, con un Estado en decadencia, desesperado, con tendencia al oportunismo y con muchos corruptos dentro de sus filas…

De estas conductas, propias de delincuentes y comisores de delito, se habla muy poco en Cuba…

El caso que a continuación expongo da la medida de cómo los cambios sacan a la luz los muchos incidentes y las verdaderas intenciones escondidas que en apariencia se están efectuando sin dificultad y con amplia transparencia y, que realmente son el resultado de las implicaciones en las que se hallan envueltos muchos de los paracitos (dirigentes), y no propiamente pertenecen al pasado; sino, al presente revolucionario que vivimos.

Anatolia Roja Mora con identificación personal # 36071801752 –para los del barrio Rosa- quien es vecina de la calle D#15 e/1ra y 2da del reparto California en la barriada capitalina de San Miguel del Padrón. Anciana de la tercera edad con 77 años cumplidos rindió frutos al proceso revolucionario desarrollado en Cuba a partir de 1959. Maestra, dirigente de educación y con cargos en la Federación de Mujeres Cubanas, militante partidista y dirigente regional de los Comité de Defensa de la Revolución, así como, miembro de la Asociación de Combatientes de la República de Cuba…

Hoy la anciana Rosa es víctima de su propia astilla, la semilla que sembró dentro de las fibras de nuestra nación creció y germinó. Ella creyendo haber fraguado la moral, la virtud y los principios que representan estos hombres que visten uniformes militares para salvaguardar las conquistas de la Revolución –por la que tanto desvelo tuvo ella en su momento- y resultan ser verdaderas cascaras sociales.

Osvaldo Reyes Clemente es Teniente Coronel del Edificio Central del Ministerio del Interior con carné de identidad personal # 61080514303 y quien lleva, en compañía de su señora esposa: Sonia Fernández,  más de siete meses, aproximadamente, viviendo de forma ilegal en la vivienda de la anciana Rosa sin querer abandonar la misma.

Rojo Mora establece los trámites pertinente a fin de ser escuchada y atendida… los motivos de esta situación están dados por haber confiado en este hombre y su señora para permutar su vivienda ubicada en calle B # 56 e/ 1ra y 2da del propio barrio de California y concluir lo acordado en lo referente a la permuta.

“Los días pasaban y pasaban, y yo preguntaba y preguntaba y todo era justificaciones, engaños y evasivas…” –afirma Rojo Mora al referirse al incidente- “Le confié mi propiedad a él  –agrega Anatolia- quien dijo encargarse de realizar todos los trámites de los cuales yo solo debía firmar para que no tuviese que estar en esos ajetreos que esos menesteres implican, y por mi edad…”.  “Por lo que teniendo esa disposición por parte de ellos accedí y vinieron para mi casa y yo fui para la de ellos sin el trámite legal que esperaba que él gestionará”.

“Siguió transcurriendo el tiempo –continua Rojo Mora- pero de los papeles nada,  y de lo acordado mucho menos”.

“Comenzaron los encontronazos, las posiciones de fuerza, las malas actitudes y el despotismo; incluso Sonia Fernández me consolaba de palabras afirmando de muy mal carácter, que todo marchaba bien –continua relatando Rojo Mora- a tal punto que sentí miedo de estar en aquella casa donde me la presentaron de una forma y cuando llegué a ella habían hecho cambios –incluso- tuve que llamar a un vecino para que me revisara las conexiones del gas pues estas habían sido malintencionadamente alteradas de tal manera que pude haber sido víctima de un accidente fatal, de hecho, peligraba hasta el edificio donde se halla ubicada la vivienda de ellos en el barrio, en los bajos del edificio de tres plantas… ¿te imaginas?”. “Estuve cinco meses –continua Anatolia- cocinando con la hornilla eléctrica esperanzada de que todo se terminara y que se resolviera…”.

“Al ver esta situación decidí pedir ayuda y orientación, me dirigí a los factores del consejo zonal, a la policía, carro 107 y carro 407, donde ella, la esposa, actuando de forma descompuesta y ofensiva ante la presencia de los agentes del Orden Público se negó en dos ocasiones en asistir a la unidad policial gritando efusivamente que ella es la mujer de un Teniente Coronel del MININT… Y hago saber que el Teniente José A. Sánchez de la 11na Unidad de la PNR me recibió y se parcializó con el Tte. Cor. Reyes Clemente quien coincidió conmigo en el lugar con su uniforme y sus grados de Teniente Coronel del MININT y del brazo de su esposa Sonia Fernández. Me dirigí además, al Consejo de la Administración, a Atención a la Ciudadanía, al periódico Granma, al Partido Provincial, quienes en breve me respondieron bajando una orientación para el municipio que fue violada y desatendida, donde se pronunció, determinó y acordó que la vicepresidenta del Gobierno Municipal para las Construcciones de SMP, debe proceder con enfrentamiento, para de esta forma darle solución al engaño del cual yo fui objeto; y se hizo caso omiso a la orientación dada por la especialista del Partido Provincial. En buen español se limpiaron con ellos. Me pronuncié en la Fiscalía, Bufete Colectivo, quien responde que estos casos no llevan abogado y que es la Dirección de la Vivienda quien debe proceder”.

Agrega Rosa que: “En la reunión sostenida el 29 de junio del presente 2013 –continúa Mora denunciando- en el Consejo de la Administración determinaron que esto era improcedente, y que cada uno debía retornar a sus domicilios legales, esto en presencia del Jefe de la Policía de la 11na Unidad de la PNR”.

Refiere Mora que: “Hasta hoy nadie a dado respuesta y yo estoy pernoctando en diferentes casas de vecinos del barrio así como mis muebles”.

“Quiero enfatizar en algo sobre la prepotencia, el abuzo de poder, la prevaricación, y todas las cosas que se han movido detrás de este telón”. –Continua Rosa declarando- “Vecinos de la cuadra fueron intimidados por otros militares que viven en la cuadra para que nadie apoyará y firmara la carta que solicité y pedí al CDR, ni me guardaran mis pertenencias; por lo que mis vecinos tuvieron miedo y luego se disculparon, con referencia a lo sucedido y a mi posición. Intimidaron a mis vecinos más cercanos haciéndoles ver que era yo quien estaba procediendo indebidamente y atribuyéndome locura”. “Sin embargo, otros me preguntaban si había algún problema, pues les oían ir por la calle alterados hablando de mi, y de cómo él le daba indicaciones a su señora de que me mandara a ver la abogada… pero yo siempre mantuve la discreción, y no di fe a comentarios de barrio, craso error mío; pues para no afectar su imagen de revolucionario, la amistad con su suegra y por lo que representa para nuestro país, no di pie a especulaciones y tragaba en seco la verdadera y real situación por la que estoy pasando”.

“Para concluir por el momento hago saber que la semana pasada apareció un señor de tez negra flaco y bajito quien sin muchos detalles me pidió, atribuyendo ser el abogado del Tte. Cor. Reyes Clemente, que abandonara el litigio y que le diera una solución familiar, entendiendo que yo me regresara para la casa de ellos; este señor estuvo el día antes indagando en la cuadra en compañía de una mujer de igual raza”. “Hoy estuvo otro que me pidió que firmara papeles del tribunal provincial donde el Tte. Cor. Reyes Clemente al parecer realizó alguna gestión personal, este señor se negó a darme copia, diciendo que a él no se lo permiten y no medió nombre, solo que estaba tramitando el proceso”.

“Tengo mucho miedo pues mi familia está algo alterada y no quisiera que esto trajera implicaciones mayores; acudo a los medios de difusión que puedan denunciar estos abusos, a los Derechos Humanos y Civiles y los abogados que dentro de estas filas hacen que la verdad salga a la luz de cara al sol como lo dijo Martí; pues por lo que veo, esto se esta tornando en una guerra que no tiene fin”.

“Me queda algo aún que exponer, y es, que este Tte. Cor. Reyes Clemente está gestionando papeles donde mi ex-esposo Carlo Cadelo Serret de quien me separé hace una veintena de años y actualmente es difunto le transfiriera documentación de la propiedad que pertenece a mi hijo y a mis nietos. No entiendo como este hombre es capaz de usar el nombre de Carlo Cadelo Serret, quien fuera embajador extraordinario y plenipotenciario de Cuba ante Guinea Bisou, Zambia cuando representaba al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba y ocupara cargos dentro de la Dirección del MINNIT, me es sumamente imposible pensar que un oficial, Teniente Coronel haga estas cosas…”.

Las fotos que aparecen a continuación son copias de cartas tramitada y recibidas por Anatolia Rojo Mora.

Autor: Julián Antonio Gallardo Arbella.
Residencia: Calle D # 9 Apto. # 2 e/ 1ª y 2ª Rpto. California. San Miguel del Padrón. La Habana. Cuba. Zona postal # 10. Código postal 11000.

Mailto: jaga620216@yahoo.com





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